DISCURSO INAUGURAL

POSICIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA DE COLOMBIA - MAOÍSTA PCC-M

SOBRE EL ESTADO DE CONMOCION INTERIOR

 

¿QUÉ ES EL ESTADO DE CONMOCIÓN?

Los historiadores del derecho público afirman que los romanos fueron quienes concibieron una forma de defender el Estado cuando era atacado por enemigos internos o externos a lo que se le denominó la dictadura romana. El dictador asumía la responsabilidad de repeler al enemigo y restablecer el orden perturbado, para ello se le dotaba por un periodo de 6 meses renovables de todos los poderes para gobernar el Estado y disponer de las fuerzas militares necesarias. Como se consideraba que el estado se encontraba sitiado por los enemigos, a esa condición se le llamó Estado de Sitio, esta figura fue retomada en la Constitución Francesa y posteriormente en Colombia fue incorporado en la Constitución (Artículo 121)que rigió desde 1886 hasta 1991.

Nuestro país vivió gran parte del siglo XX bajo el Estado de Sitio, durante él se cometieron abusos por parte de las autoridades y de la fuerza pública, se dictaron decretos que a la postre se convirtieron en legislación permanente, se suspendieron garantías ciudadanas y derechos adquiridos. En la anterior carta, su declaratoria sólo estaba limitada en el tiempo por la voluntad del presidente de turno, y se pasaba de un gobierno a otro, sin que el mandatario entrante se preocupara por la restitución de las garantías suspendidas.

La presencia de sectores democráticos dentro de la Asamblea Constituyente de 1991, transformó la figura del Estado de Sitio por la de Estados de Excepción (Artículos 212 al 215) limitando su duración, garantizando la permanencia de los derechos fundamentales de la población e impidiendo que los gobernantes de turno utilizaran esta figura para dictar leyes y decretos que no tienen nada que ver con las razones que motivaron su establecimiento.

La Constitución de 1991 establece tres Estados de Excepción: Estado de Guerra exterior en caso de guerra o conflicto internacional, Estado de Conmoción interior por perturbación del orden público en caso de un conflicto o guerra interna y el Estado de Emergencia por perturbaciones económicas, sociales y ecológicas que constituyan grave calamidad pública

El Estado de Conmoción Interior tiene los siguientes consideraciones: se limita a noventa días prorrogables a dos términos iguales, los decretos legislativos solo pueden referirse a materias que guarden relación directa con la situación que generó la declaratoria, no puede suspenderse las garantías que protegen los derechos humanos y las libertades fundamentales, no interrumpe el funcionamiento de las ramas del poder público ni los órganos del estado, debe cesar una vez termine las causas que la originaron, los abusos cometidos durante los estados de excepción  tendrán como responsables al Presidente y sus ministros y la Corte Constitucional decide si los Estados de Excepción son o no constitucionales.

El régimen de Uribe Vélez ha insistido a través de su Ministro del Interior, Fernando Londoño, en la necesidad de revivir el Estado de Sitio porque consideran que el Estado de Conmoción Interior no se ajusta a las condiciones y necesidades del régimen. Por ahora, con la declaración del Estado de Conmoción Interior pueden maniobrar militarmente y hacer los cambios necesarios a la legislación para actuar sin ninguna restricción, una vez haya culminado el periodo de excepción. Para las clases dominantes, la derrota militar y política de la oposición armada y no armada está contemplada en un escenario de varios años, lo que hace que la figura de Conmoción Interior que debe ser aprobada por el Congreso y regulada por la Corte sea inconveniente. Lo anterior implica una reforma a la Constitución y el renacimiento del Estado de Sitio o una figura similar.

CONTEXTO POLITICO

El ascenso del movimiento guerrillero y la situación revolucionaria de las masas de 1996 al 2000, fue una respuesta del pueblo ante la opresión política y económica, que se agudizó con la aplicación de las políticas neoliberales del imperialismo desde inicios de la década del 90. La destrucción de la pequeña y mediana industria, la ruina del campesinado y la escandalosa concentración de la riqueza y la tierra en pocas manos, llevó a muchos sectores del pueblo a engrosar las filas de la protesta popular, especialmente la armada. El fortalecimiento político y militar de las organizaciones guerrilleras, especialmente de las FARC-EP, se convirtió en una traba para los planes de las clases dominantes y el imperialismo.

La enconada lucha entre las clases dominantes durante el gobierno de Ernesto Samper, por definir si se debía ser esfera exclusiva del imperialismo norteamericano o fortalecer los lazos con los imperialistas europeos, les impidió una respuesta rápida al ascenso revolucionario. Derrotada la posición pro-europea de Samper y Serpa, gracias a la presión y a los chantajes de EU, las clases dominantes durante el gobierno de Andrés Pastrana fortalecieron la relación resquebrajada con EU aceptando las imposiciones del FMI y convirtiéndose en sus "perros falderos" en América del Sur.  El Pentágono, la Casa Blanca y la Casa de Nariño, se concentraron en trazar un plan de mediano plazo para aplastar la oposición popular y viabilizar sus acuerdos, el resultado fue el Plan Colombia que permite una mayor injerencia política, económica y militar norteamericana en nuestra nación y en las naciones vecinas.

La primera tarea de este plan, le correspondió realizarla a Andrés Pastrana, que tenía como objetivos ganar tiempo para elevar la capacidad militar del ejercito, reducir la capacidad de oposición de las organizaciones populares desarmadas, desacreditar a nivel nacional e internacional a las fuerzas guerrilleras como opción política de transformación y cambio y abrirle paso político y militar a una posición fascista.  En este sentido tanto para las clases en el poder como para la guerrilla de las FARC-EP era beneficioso un periodo de negociación en donde cada cual trataría de extender su influencia a la población que aún no estaba involucrada y ganarse el corazón de las masas bajo control del contrario. La negociación involucraba la necesidad de mejorar las condiciones de vida material y política de las amplias masas para avanzar hacia un proceso de paz.

La provocación del régimen se inició desde el momento en que empezaron de los diálogos, mostrándose por un lado como los más dadivosos, mientras por otro creaban obstáculos a la zona de distensión, a través de una "oposición" a los diálogos con los paramilitares y sus representantes políticos, quienes amenazaban a todos sus contrarios calificándolos de "guerrilleros", "entregados" o planteando que no se debía negociar con "narcos", "delincuentes" y "terroristas". En esta estrategia política fue importante el papel jugado por los medios de comunicación. Todo esto impidió que se discutiera y resolviera en la mesa de diálogo, cambios políticos y económicos importantes para el pueblo. La guerrilla a través de las Audiencias Públicas en la zona de distensión, permitió que el pueblo expusiera sus penurias y sus propuestas para construir una Colombia mejor y con ello amplió sus filas políticas y militares hasta el 2000.

El 2001 fue un año definitivo para la consolidación del fascismo, ya que mientras se desgastaba la mesa de negociación en evaluar si se continuaban o no de los diálogos por cualquier acción que la guerrilla hacía o que se le imputaba, el movimiento no armado (los sindicatos, asociaciones...) sufría terrible reveses en la pérdida de derechos políticos y económicos, se incrementaban las masacres y desapariciones de parte del régimen en acuerdos con los paramilitares. Ya para el 20 de febrero cínica y traicioneramente, el gobierno de Andrés Pastrana acaba con una posibilidad de alcanzar reivindicaciones para el pueblo y se acaba con los diálogos y negociaciones con las FARC-EP.

Pastrana cumplió en su tarea de debilitar políticamente a su contrario y en convencer a una parte de la población desesperada por el hambre, que la única manera de acabar con su situación era aplastar a la guerrilla por que era la causa de las desgracias del país. Gracias al hábil manejo de los medios de comunicación y a algunas acciones hechas por la guerrilla que no tuvo en cuenta sus repercusiones en la opinión pública, todo este plan de desprestigio invirtió la correlación de fuerzas políticas, polarizó la nación colombiana y creó las condiciones del surgimiento del fascismo y su posterior ascenso del poder con Álvaro Uribe Vélez.

Ahora, el Plan Colombia ha entrado a un nuevo periodo donde el gobierno de Uribe Vélez y su Partido Nacionalista tienen como tarea derrotar a la guerrilla en el plano militar y avanzar en las imposiciones de los imperialistas norteamericanos, para ello necesitan reformar los aspectos de la Constitución del 91 que aseguren un régimen de mayor duración, reducir la oposición y extender la libertad y las ganancias del capital internacional.

¿QUÉ BUSCA URIBE CON LA DECLARATORIA DE LA CONMOCION INTERIOR?

El gobierno de Uribe Vélez declaró el Estado de Conmoción Interior con el argumento de que la sociedad colombiana estaba pasando por un estado de crisis excepcional, desconociendo que tal crisis lleva varias décadas en nuestro país, pues la guerra interna es una realidad nacional e histórica.

En la exposición de motivos por las cuales fue establecido el Estado de Conmoción se coloca a la guerra que vive el país, como la causa principal de los problemas sociales, económicos y políticos; para ellos no son la concentración de riqueza, el dominio del imperialismo norteamericano, la aplicación de las políticas neoliberales y las exigencias de los organismos internacionales los causantes del hambre y la miseria del pueblo, sino la guerra. Esta inversión de la realidad les ha permitido confundir a una parte del pueblo y justificar la perdida de sus derechos.

En la concepción fascista y guerrista de Uribe, la solución de los graves problemas sociales, económicos y políticos del país, solo pueden ser de un régimen que ejerciendo la máxima autoridad, derrote militarmente a la guerrilla y suprima la oposición política que "instiga la lucha de clases", lo que solo es posible con una legislación de guerra para un país en guerra. En palabras del mismo Uribe: "El proceso de paz en Gran Bretaña no nació espontáneamente. El origen de ese proceso se dio por la derrota que el gobierno de autoridad, de la señora Tatcher, le propinó al ala terrorista del IRA, lo que permitió que pudiera tener más poder al interior de esa organización el ala política, y eso posibilitó la negociación. Y ahora hay que hacer una pedagogía: a los carnívoros no se les puede amansar ni con florecitas ni con verduritas, hay que enfrentarlos con el rigor de la autoridad". (Del Escritorio de Alvaro Uribe, 2002).

Realmente, la necesidad de un periodo de "anormalidad", de larga duración (entre 5 y 10 años) es para ajustar los poderes públicos a su acomodo, fortalecer a las fuerzas armadas, incorporar las hordas de paramilitares en el ejercito reaccionario, proteger la industria de los hidrocarburos, los capitales de la Gran Burguesía y los terratenientes, las inversiones de las multinacionales y controlar la oposición que se ha generado o se pueda generar por las propuestas de las reformas y el control de orden público, donde todo aquel que diciente del régimen es considerado como "terrorista" o "delincuente" ya sea de las propias filas de la clase dominantes o del pueblo. En últimas es para proteger los intereses de 40.000 familias que ostentan el poder político y económico contra la inmensa mayoría de colombianos (40 millones) sumergidos en la pobreza.

 

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